El pasado fin de semana voluntarios de la Fundación Limne eliminaron 30 m2 de caña común en el lecho del río Turia a su paso por Quart de Poblet.
La caña común (Arundo donax) está considerada, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), como una de las 100 especies invasoras más peligrosas y nocivas a escala mundial por su capacidad de desplazamiento de la vegetación autóctona.
La idea de la actividad, enmarcada en nuestro proyecto de Voluntariado en Ríos, se basa en someter al cañaveral a una serie de desbroces reiterados con el objetivo de agotar las reservas del rizoma al forzarlo a una reposición constante de los tallos.
Se trata de una técnica respetuosa con el medio y con las especies de flora y fauna del ecosistema fluvial.
Tras el primer desbroce, realizado este fin de semana, se procederá al control, cada 20 días, de los brotes que puedan surgir en la parcela piloto. La Fundación Limne y sus voluntarios se comprometen al mantenimiento de esta actividad más allá de la finalización del proyecto de Voluntariado en Ríos.
Diversos autores opinan que desbroces sucesivos cada 20 días provocan una disminución de aproximadamente el 80% de la altura de los nuevos brotes y de su número respecto al número inicial.
Este método de trabajo, sugerido por la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, no ha sido probado en la Comunidad Valenciana y podría abrir nuevas posibilidades en el campo del voluntariado ambiental y la custodia del territorio.
En relación a la técnica utilizada cabe señalar que no existe datos que demuestren, de manera clara, que con este método se pueda eliminar por completo un cañaveral. No obstante lo debilita y, en combinación con plantaciones de especies autóctonas de río, podría incrementar el éxito del bosque ripario frente a un cañaveral debilitado.
Este proyecto cuenta con la colaboración de la Fundación Catalunya Caixa y el programa de Voluntariado en Ríos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El ayuntamiento de Quart de Poblet, por su parte, puso a disposición de los voluntarios dos contenedores industriales de 4 m3 y se ha encargado de gestionar la recogida del material vegetal extraído.
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