jueves, 15 de marzo de 2012

Más de 60 voluntarios ambientales contribuyen a recuperar el bosque de ribera del Río Alhárabe en una jornada de gran éxito en la comarca del Noroeste



         El pasado 11 de marzo más de 60 voluntarios se desplazaron al Campo de San Juan (Moratalla), a uno de los parajes más bellos de la Región, con el objetivo de colaborar altruistamente en el mantenimiento de una importante repoblación ribereña. 

        



         La jornada, coordinada por el Programa de Voluntariado Ambiental de la Región de Murcia y la Asociación Earth Plan, contó con la colaboración del Servicio de Gestión y Protección Forestal de la Dirección General de Medio Ambiente, el cuerpo de Agentes Medioambientales y el Ayuntamiento de Moratalla.


         Entre los participantes acudieron a la cita voluntarios del Programa en Espacios Naturales del Proyecto Thader (Rios y Riberas), Proyecto Lafuentea (P.R. El Valle y Carrascoy) y Proyecto Bubo (P.R. Sierra Espuña); se contó, además, con la colaboración del Voluntariado La Caixa, con jóvenes estudiantes de la localidad de Archivel (Caravaca de la Cruz)  y  con un gran número de nuevos voluntarios de diferentes edades e incluso nacionalidades que se quisieron unir, interesados en aportar y contribuir en esta  iniciativa altruista por la conservación de la naturaleza.

         La jornada se enmarcó en el proyecto de restauración integral de la cuenca del Río Álharabe, llevado a cabo por la Dirección General de Medio Ambiente  para favorecer el desarrollo y la gestión de una red de bosques de ribera en la Región. Más de 40 kilómetros de cauce fueron repoblados en el año 2005 con chopo lombardo, protagonista de este paisaje,  fresnos, sauces y hasta un total de quince especies diferentes y cerca de 50.000 plántulas en el cauce principal, arroyos y ramblas.

         Dicha repoblación requería una intervención para  poner protectores en la base de estos árboles en crecimiento y garantizar así su supervivencia, sin perjuicio del natural mordisqueo que se pueda producir por la fauna en busca de alimento. Es aquí donde, con el asesoramiento de los técnicos de la Dirección General, han entrado a participar las “manos voluntarias”, protegiendo los árboles para buscar el equilibrio entre la presencia de especies importantes como la rata de agua (Arvicola sapidus), que ha sido perseguida durante años por el hombre, por lo que en la actualidad está catalogada por la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como especie “Vulnerable”, y el crecimiento de estos ejemplares.

         Los voluntarios, provistos de  guantes, protectores y azadas en mano no frenaron en su labor, recorriendo el cauce y adentrándose entre la vegetación para llegar al mayor número de ejemplares posible. Pudieron además constatar la importancia de su acción al detectar un gran número de árboles con la base dañada y con mucha motivación cubrieron toda el área que estuvo a su alcance, colocando alrededor de   quinientos protectores.

         Durante la jornada, los voluntarios además de realizar una gran aportación al Proyecto y disfrutar de una agradable jornada tuvieron ocasión de conocer de la mano de los técnicos un poco más sobre  los valores de este espacio, su historia, su paisaje, su fauna y su flora y l

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